Ningún chico que haya pasado por Mar del Plata olvidará la experiencia. Y eso se vio reflejado en cada nuevo día de competencia. No se puede perder de vista que las finales realizadas esta semana fueron el cierre de un ciclo que no comenzó hace poco tiempo. Y es el sello de un período de aspiraciones y propósitos de promoción que nace desde el trabajo en cada rincón del país. Y son esenciales, porque promueven la actividad y mantienen firme al mismo grupo de chicos durante toda la etapa del año. Entonces, para entrenadores, dirigentes y para cada deportista es un trabajo de tiempo y esfuerzo. Gracias a estos encuentros los niños comprenden desde chicos la importancia del compromiso, los ampara en un ambiente sano, contenido y dispuesto. Y así, a lo largo del paso de los meses, la actividad crece, se estimula y fortalece.
FUENTE- judoporarg
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